En el siglo XX, Argentina comenzó con perspectivas económicas prometedoras, comparables a Canadá y Suecia, representando dos tercios de la economía per cápita de Estados Unidos. Sin embargo, la elección de Juan Perón en 1946 marcó un cambio significativo. Su presidencia buscó la justicia social mediante la redistribución económica, lo que resultó en una expansión rápida del sector gubernamental, gastos excesivos, impresión de dinero e inflación descontrolada (más del 300%), llevando a una drástica disminución en los niveles de vida.
En la década de 1990, Argentina implementó un régimen de convertibilidad, vinculando cada peso argentino al dólar estadounidense, siguiendo la línea del patrón oro. Esta estrategia redujo la inflación a niveles estadounidenses y estimuló una década de crecimiento económico sólido. Sin embargo, colapsó en 2001-02 debido al gasto gubernamental continuo y préstamos cuando no se podía imprimir más dinero. Los inversores anticiparon el abandono de la convertibilidad durante las crisis económicas, que se produjeron y depreciaron el valor del peso.
Como resultado, Argentina experimentó otra década perdida de crecimiento e hiperinflación, con un PIB per cápita inferior al 20% de los niveles estadounidenses y por debajo de Rusia. Sin embargo, una reciente transformación política tuvo lugar con la victoria arrolladora de Javier Milei, un economista libertario y crítico acérrimo del socialismo, en las elecciones presidenciales. Su apoyo al capitalismo de libre mercado sugiere un posible cambio en la dirección económica de Argentina.
Milei aboga por abandonar completamente el peso argentino y el banco central, adoptando exclusivamente el dólar estadounidense para generar confianza y prevenir devaluaciones. A pesar de su popularidad, su falta de afiliación a un partido político ampliamente respaldado en el legislativo presenta desafíos para la realización de su agenda, lo que hace incierto el alcance de su impacto. Las recientes tendencias políticas a nivel mundial indican un giro hacia líderes que abogan por cambios significativos y una creciente insatisfacción con gobiernos grandes. El péndulo global parece inclinarse hacia un gobierno más pequeño, lo que podría generar optimismo entre los inversores y plantear la posibilidad de otra era transformadora en el crecimiento económico mundial.
FUENTE: First Trust Advisors L. P
Noviembre 27, 2023
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