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Los primeros días de COVID sugirieron que la movilidad global llegaría a su fin. Dado que las fronteras estaban cerradas, era mejor conformarse con la mano de obra existente. Surgieron nuevas reglas, como en Singapur, donde se prioriza a los locales en el mercado laboral. En Arabia Saudita, Kuwait y Omán, se aceleraron los programas de nacionalización del empleo. En estos países, donde la mayoría de la población es extranjera, la "saudización", la "kuwaitización" o la "omanización" de los puestos de trabajo ha provocado abusos y un aumento de la desconfianza hacia los extranjeros que todavía se necesitaban.
¡La verdad es que la gente nunca dejó de viajar! Simplemente se vieron obligados a quedarse en casa debido a los bloqueos globales, lo que a la inversa resultó en un deseo cada vez mayor de seguir una carrera en el extranjero. Si la voluntad de aumentar los ingresos viene a menudo en forma de motivación, va de la mano con el deseo de vivir mejor en lugares donde el bienestar es tan importante como un buen salario. La salud mental también se está tomando más en serio y, según la OMS, existe una necesidad urgente de transformar los servicios de salud mental.
Para los futuros expatriados, esta transformación implica vivir en el extranjero. No solo son conscientes de los desafíos globales de 2023 que les esperan (como la crisis energética, las guerras, la disminución del poder adquisitivo, etc.) sino que también son conscientes de las oportunidades que existen.
ESCASEZ DE MANO DE OBRA Y NUEVAS OPORTUNIDADES
Desde la recuperación económica de 2021, el mundo sufre una escasez global. Esta escasez de recursos humanos difiere de un país a otro. Sin embargo, afecta más o menos a los mismos sectores, a saber, la construcción, el transporte, la hostelería, la sanidad, la enseñanza, la ingeniería, la aeronáutica, etc. En países como Japón, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Europa, las campañas de contratación están actualmente en pleno apogeo.
A finales de 2022, había más de 6 millones de ofertas de empleo en Europa. Solo en Alemania, el 87% de las empresas declararon tener dificultades para contratar personal. En Francia, a la industria aeronáutica le falta mano de obra. Airbus quiere contratar a 16.000 personas este año. El gigante francés ya había contratado a 15.000 personas en 2022. Pero nunca es fácil retener el talento en un contexto de aumento de las ofertas globales. Todo el sector necesita trabajadores cualificados al mismo tiempo. Esto puede considerarse una bendición para los posibles expatriados.
Japón está cada vez más abierto a la inmigración. Desde noviembre de 2021, los titulares del visado de trabajador cualificado ya no tienen una duración de estancia limitada. Su permiso es renovable indefinidamente. De hecho, la situación en Japón es especialmente crítica y, según la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, el país necesitará 4,2 millones de extranjeros en 2030 y aún más en 2040 (6,7 millones).
A diferencia de otros países como Francia, donde se espera que la escasez de mano de obra sea algo menos grave este año, en Japón todos los indicadores siguen en rojo. La situación es ligeramente mejor en Canadá, pero sigue siendo igual de problemática. Ante el envejecimiento de su población, el país mantiene su objetivo de 500.000 nuevos inmigrantes este año. Esto es esencial, según el gobierno, para mantener el crecimiento. Electrónica, recursos humanos, ingeniería, contabilidad, asistencia personal, cuidadores, atención al cliente, enseñanza, construcción, etc. Casi todos los sectores se ven afectados. Para los candidatos expatriados que cumplan los requisitos, es una oportunidad de hacer carrera en el extranjero.
FUENTE: expat.com
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